¡Buenos días,
lectores! ¿Qué tal estáis? Este jueves os voy a dar mi opinión sobre un libro
que me hace especial ilusión que conozcáis. Hace unos meses, hablando por redes
sociales con Carlos J. Eguren me comentó que para mediados de agosto salía a la
venta la precuela de la saga de Devon Crawford titulada El tiempo del Príncipe Pálido. Una fantasmagoría. El autor quería
que leyera su obra, para posteriormente realizar una reseña. Lógicamente no
pude negarme, porque los recuerdos que tenía del primer tomo de dicha saga fueron tan buenos, que mi curiosidad por saber cómo iba a ser el pistoletazo de salida
era inevitable.
Antes de
meterme en materia os voy a resumir de qué trata este ejemplar. Nos
situamos en los años ochenta. Las hermanas Barlow, Aurora de quince años y Emma
de nueve, son conocidas por su don para el aburrimiento. Cada verano buscan seres
fantásticos entre sus vecinos obteniendo resultados negativos hasta la fecha, con
los evidentes enfados de su madre, Martha, que amenaza a Aurora a trabajar
al aburrido anticuario de su tío Maximiliam. Sin embargo, cuando las hermanas
reciben un misterioso tocadiscos descubrirán que la música no solo puede
atrapar el alma de los humanos, sino también el espíritu de seres peores que
toman del tiempo todo su poder. Una amenaza como el mundo no recuerda ha
despertado. El Príncipe Pálido, ha llegado a la ciudad. Aurora y Emma deben
organizar a sus amigos para hacer frente al primer monstruo real que han
hallado, pero desearán no haberlo hecho… El tiempo y la magia están en su
contra ¿Qué puede salir mal? ¿A que el resumen llama la atención? Pues creedme
que la historia es mucho mejor ¡Comienzo con la reseña!